lunes, julio 19, 2010

MELANCOLÍA

“…Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía...” Sinohé.





Busco intensamente esa llave que perdí, las llaves que abren las cadenas que te atan a mí. Insisto con exagerado tesón y ahincó romperlas, para que de una vez y para siempre vueles hacia otros rumbos y al final, al lograrlo, tú sigues allí, sin querer separarte de mí, abrazándome tan fuerte, que me asfixias y no me dejas existir.


Oh Melancolía!!! Cuando fue el día que logre conquistarte, cual fue la forma de acariciarte, cual fue esa palabra y ese detalle que logro enamorarte así, de tal manera, que hoy te niegas con vehemencia a alejarte de mí.


Como explicarte, triste Melancolía, que estando a tu lado no puedo recorrer ese camino ansiado de la Felicidad; como hacerte ver que cuando duermes abrazada a mí, me arropo con la fría soledad y así, al llegar el amanecer, el insomnio no me dejas ver, el sol esplendoroso, que con su hermosura ilumina los días de amor y que en mi, él sólo hace trizas esas murallas de icebergs que tanto me ha costado colocar como cerco a mi corazón herido y ya cansado, de que Cupido tan aventajado, no se canse de derrotar una y otra vez dejándolo desfallecer.


Acaso no ves que al atardecer, en ése ocaso donde el sol se despide silenciosamente y donde su amiga la luna, escoltada de las estrellas, se visten de gala iluminando la entrada de la noche, que esparce una suave brisa y entona la dulce melodía que invita a la aventura del romance y a entregarse sin ocultarse en los brazos de la pasión; acaso no me ves allí, sentado en el mismo sillón de siempre, en la soledad de mis sentimientos, suspirando por querer sumergirme en ese océano de tenue luz y por fin, morir ahogado en las tibias aguas, tormentosas aguas de la pasión y el amor.


Dime porque…Melancolía te aferras a este corazón, que poco a poco se marchita en la desilusión; porque no permites una pequeña ilusión, que calme con esperanzas el dolor de mis heridas, que esparza el bálsamo de la ilusión en los ya lacerados tejidos de mi corazón y logren suturarlos con tanto amor, que las cicatrices sean casi invisibles…pues así, suturado por el amor y con los espadrapos empapados de ilusión, quizás mi mirada encuentre un halo de luz y mi sonrisa se alegre y por fin, logre escaparme para aventurarme a presentármele a esa beldad, de hermosura única y sin igual….que se hace llamar FELICIDAD!!!